sábado, 15 de noviembre de 2014

Viaje al pasado a través de huesos gigantes.

El alumnado de E. Infantil de 4 años, y los cursos de 3º,4º y 5º de Primaria, han realizado un viaje al pasado tras su visita al almacén dónde se guardan y conservan los restos de miles de dinosaurios que las obras en el trazado del AVE Madrid-Valencia a la altura del término municipal de Fuentes dejaron al descubierto en el año 2007. El hallazgo fortuito de la colección de restos de dinosaurios es el más importante de la península Ibérica.

Durante los seis meses que duraron las excavaciones, se encontraron más de 8.000 fósiles entre los que destacan diez esqueletos casi completos de dinosaurios, un fémur de casi dos metros de longitud, más de una docena de cráneos de cocodrilos o fragmentos de tortugas.


El yacimiento de Lo Hueco contiene restos fósiles de vertebrados del Cretácico Superior, de hace unos 80 millones de años, y constituye uno de los más importante localizados en la Europa occidental.

Los más de 8.000 restos fósiles -algunos de los cuales se exhiben en estos momentos en Japón- representan a todos los grandes grupos de dinosaurios presentes en la península, incluyendo algunas especies desconocidas hasta el momento. La mayor parte pertenecen a dinosaurios saurópodos del grupo de los titanosaurios, animales que alcanzaban los tres metros de altura y los dieciocho de longitud.

Los restos fósiles ayudarán a los investigadores a realizar aportaciones sobre su proceso de extinción en la Tierra.

Lo que más ha llamado la atención del alumnado es comprobar el gran volumen de piezas que hay que restaurar, así como poder ver de cerca fósiles originales.

Las monitoras que trabajan en este almacén han explicado al alumnado los diferentes trabajos que se realizan con los restos fósiles desde que se extraen del yacimiento hasta que se ponen en valor.

El protocolo de actuación establece que lo primero que se hace es un mapeo para determinar el grado de deterioro de la pieza, un estudio fotográfico y una propuesta de intervención. Ésta propuesta se remite al equipo científico, ubicado en Madrid, que puede responder con el visto bueno o introducir algunas consideraciones.

Para realizar la propuesta, previamente hay que sacar el hueso del envoltorio en el que se protegió en el momento en que fue extraído del yacimiento, y que puede ser desde unas simples gasas en el caso de las piezas pequeñas, a una cobertura con espuma de poliuretano en el caso de las más grandes.

A partir de ese momento, se procede a su limpieza siguiendo la propuesta de intervención. Durante este proceso, se desprenden del fósil los restos de arcilla, yeso o hierro que ha acumulado durante los años en los que ha permanecido enterrado. Los mecanismos para hacerlo son varios dependiendo del tipo de sedimento, y van desde la limpieza básica con agua y alcohol, hasta el uso de percutores de aire comprimido. Siempre se usan técnicas que no sean agresivas con la pieza, ni tóxicas para las personas que allí trabajan.

Una vez limpias, y sólo en los casos en los que se han producido fracturas durante el trabajo de restauración, se procede a ensamblar las diferentes partes. Y es que, cuando las fracturas se producen durante el proceso de enterramiento o fosilización se respetan, porque de ellas los científicos pueden extraer información de utilidad. Finalmente se procede a la consolidación del fósil.

Una de las fases más importantes de todo el proceso, es la del lavado de los restos que se realiza con agua y sustancias que permiten disgregar la arcilla de otros materiales, ha permitido encontrar microfósiles, dientes de cocodrilos, placas de tortuga, semillas, así como particularidades como una escama de pez con forma de rombo.

Ha sido una visita muy interesante en la que hemos aprendido mucho. Al final de la visita, nos han sorprendido con un regalo muy chulo, un fósil para pintar luego en casa o en el cole.

Muchas gracias por enseñarnos toda esta maravilla.






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